Soy inmensa y tan de cerca,
no me ves con claridad!
Me veo tan pequeñita
cuando estoy tan lejos de mi!
Nunca pude, con vos
cruzar el puente,
habitar el medio,
entre la cercanía absoluta
y la distancia total.
Escribo para volver a mi y porque me hace bien.
Soy inmensa y tan de cerca,
no me ves con claridad!
Me veo tan pequeñita
cuando estoy tan lejos de mi!
Nunca pude, con vos
cruzar el puente,
habitar el medio,
entre la cercanía absoluta
y la distancia total.
Me enoja todo lo que no puedo
lo que me deja en falta, imperfecta, amputada.
La frustración se hace nudo en las tripas
y la furia la escupo como dardos en llamas.
Hasta que me rindo. Abandono.
Pero al rendirme abro la puerta
a lo que sí puedo. Abro el juego,
acepto, y habilito otro camino
que aunque diferente, está entero.
Y entonces me rindo ante él.
Se siente diferente rendirse, ahora.
No puedo parar de engullir.
No puedo parar para respirar.
Me atraganto con todas las
(otrora pequeñas)
batallas,
que ya no me dá el cuero para pelear.
Ahogo mi grito de guerra en este hambre desesperado,
angurrienta,
convenciéndome a cada bocado,
de mi suficiencia.
Lamo mis dedos pegajosos y sigo empujando, terca,
por mi garganta,
un poco más de la mierda
que no estoy pudiendo procesar.
Como si existiera el milagro de la náusea,
del vómito instintivo, la purga descontrolada,
o de la propia destrucción,
que me permita empezar a vivir de nuevo,
al grito de las cosas que nunca digo.
A un grito de guerra que no grite para adentro.
A un grito de guerra que me deje en paz conmigo.
Al grito de guerra de mi auténtica voz.
Bandera blanca.
No es fácil aprender
que el amor puede
ser fácil
en lo difícil.
Es que el amor,
O ES hoy.
o no hay nada.
Bordea la mejilla
una lágrima
oscilante.
Tiembla,
como buscando su forma
gota a gota,
erosiva.
De verdad estás rota?
Flota,
se esfuma
se acopla al aire
e inhalamos.
Alimento.
Lluvia, lágrima, gota.
Bruma, niebla, rocío.
Vapor, aire, y la humedad.
tacto, caricia, sudor,
y todo termina.
O empieza.
Brisa, brizna, cálido
y flores de Abril
germinan.
Nosotros,
como escaleras,
en espiral
descendente,
hacia adentro,
flotamos.
ES VIDA.
Para hacerme agua salada
contenida en tu abrazo.
Para andar descalza sin el miedo
de tropezar con los vidrios rotos
de tu pasado y el mío.
Para beber esa felicidad sin saciarme
y sin miedo a pagar la cuenta
de los sueños cumplidos después.
Para sentirte conmigo aunque lejos.
Para acariciarte mientras me duermo.
Para decirte cuánto te quiero
a sonrisas cómplices,
miradas y besos.
Suficientes días sin verte, y
suficientes noches de espera,
En cada una de ellas,
vos y yo,
buscando la manera.
Parece que nunca alcanza,
pero cómo nos llena.
Alguien que hace fácil y concreto
lo que parecía inimaginable.
La magia. El sueño. La inspiración.
Palabras que abren posibilidades
donde veíamos muros,
patean la escasez tan, pero tan lejos
que la convierten en desconocida.
A veces solo necesitamos
alguien que crea en nosotrxs.
alguien que nos co-crea.
Que nos traiga a recordar
a qué sabe la vida
cuando se viven las cosas que merecen ser vividas.
Alguien que nos deje más cerca
de nuestro propio corazón.
Me dolieron un montón de cosas.
Pero la que dolió más
fue darme cuenta que no tengo idea
De quién sos.
Escribir
es tomar distancia de mis propios pensamientos.
Escribir es llevarme mejor conmigo,
a costa de separarme
de la idea que tenía de vos.
(A costa
de arrancar
de mis entrañas
una parte tuya
que aún siento viva,
y mía)
Escribir sobre vos, en este momento
es disociarme.
Seré suficiente
e irremplazable
sólo para mi perra.
El resto es humo.
Aún así, enloquezco de amor por mi gata.
Masoquista costumbre.
.
.
El equilibrio es una cuestión de supervivencia:
en definitiva,
uno ve afuera lo que trae adentro.
Yo siempre veo amor.
Y así me va.
.
.
Busco consuelo pensando
que sería más fácil
si nada hubiera pasado.
Como si se pudiera elegir el amor,
diría Cortázar.
Y así estoy, estaqueada
sóla, en la mitad del patio.
.
.
Me duele que no me quieras.
pero más me duelen
mis patéticos y fallidos intentos
de ser esta farsante
que poco se parece a mí,
mendigando la atención de un cagón.
Como si fueras tan importante.
Como si lo valieras.
.
.
Cuándo te dije
que no quería despedirme de vos,
la sinceridad me jugó en contra.
No nos despedimos,
Pero tampoco volvimos a tocarnos.
.
.
Una vez un poeta me dijo:
Quién carajo escribe
cuando está contento?
Y es cierto que a veces
escribir me salva.
Pero hay otras, que el desamor
está arraigado tan adentro
que siento que si lo escribo,
Me muero.
.
.
Quién carajo escribe
cuando no puede respirar?
.